El Akita Americano es una raza de perro grande y poderosa originaria de Japón. Lógicamente su historia es la misma que la del Akita Inu, de quien procede y, como este, se remonta a la región montañosa de Akita en la isla de Honshu.
Originalmente, como decíamos en el apartado del Akita Inu, estos perros fueron utilizados para la caza mayor, como osos, jabalíes y ciervos. Durante el período Meiji (1868-1912), hubo cruces con perros de tipo occidental, como Mastines, Pointers y perros alemanes de pastoreo, que influyeron en la apariencia moderna de este Akita. Algunos de estos cruces fueron llevados al Continente Americano, donde se desarrollaron y conservaron sus características físicas mientras que los Akita Inu, en Japón, fueron “purificados” eliminando de ellos cualquier vestigio de aquellos cruces con perros occidentales.
En cuanto a las características físicas, el Akita Americano tiene una cabeza amplia, orejas erectas, ojos pequeños y triangulares, y una cola que se enrolla sobre la espalda. Su pelaje es denso y recto, con colores que incluyen rojo, atigrado y blanco.
En cuanto a su personalidad y temperamento, el Akita es conocido por ser valiente, digno y leal. Puede ser reservado con extraños pero es extremadamente leal a su familia. La socialización temprana y el entrenamiento son esenciales para un comportamiento equilibrado.