El Gran Grifón Vendeano, entre los cazadores, está considerado el mejor perro de caza del mundo. Es válido para caza con escopeta y para caza con rifle, utilizándose principalmente para la caza mayor, (ciervos, corzos, jabalíes).
Sus orígenes no están claros. Algunas teorías afirman que procede del Braco Italiano y del antiguo Perro Blanco del Rey, de donde proviene el actual Billy, (llamado así por el Castillo de Billy, donde se empezó a criar en el siglo XVI por el escribano del Rey Carlos IX de Francia), cruzados con el Grifón Leonado de Bretaña y los Grifones de Saint-Louis y de Bresse.
La raza estuvo a punto de extinguirse al final de la II Guerra Mundial, pero gracias a la labor de Monsieur Hubert Dezamy, juez francés de exposiciones caninas, la raza fue recuperada, y se usa, frecuentemente a día de hoy, como el gran perro auxiliar de los cazadores que es y, en mucha menor medida, como perro de familia.
Es un perro dotado de gran energía y con una enorme pasión por la caza. Es dócil, aunque voluntarioso y apasionado. Debe ser bien entrenado, para lo que necesita que necesita espacio y mucho ejercicio físico. No se encuentra cómodo viviendo en pisos, ni en la ciudad.
El carácter es equilibrado, sin embargo, el entrenamiento debe llevarse a cabo desde una edad muy temprana.
Posee muy buen olfato y un potente ladrido. Aplicado en seguir los rastros, no rehúsa en absoluto a introducirse en la maleza y prefiere los territorios grandes.
Antes se usaba en manadas para cazar lobos. Ahora, trabajando individualmente o en parejas, se usa para cazar jabalíes.