El Husky Siberiano, aunque la FCI le otorga el origen de la raza a U.S.A., (fueron quienes lo normalizaron e inscribieron), es una raza de perro que realmente se originó en Siberia, Rusia. Fue criado por la tribu Chukchi, un pueblo indígena de Siberia, para tirar de trineos cargados de pertenencias y personas a largas distancias en condiciones climáticas extremas. La tribu Chukchi dependía en gran medida de estos perros resistentes para sobrevivir en el entorno helado y desafiante de Siberia.
Es un perro de tamaño mediano a grande, con una apariencia distintiva y hermosa. Tiene una cabeza proporcionada, orejas erectas y una cola peluda que se lleva curvada sobre el dorso. Su pelaje es denso y doble, con una capa interna suave y una capa externa más áspera. Los colores del pelaje pueden variar y pueden incluir gris, negro, rojo, sable y agouti. Además, pueden tener marcas faciales distintivas, como una máscara y rayas faciales.
El Husky Siberiano es conocido por ser amigable, enérgico y social. Son perros muy sociables y les encanta la compañía de las personas y otros perros. A menudo, tienen una personalidad juguetona y activa. Sin embargo, también son independientes y pueden tener un toque de terquedad. Son conocidos por su aullido característico en lugar de ladrar, y su naturaleza vocal puede ser entretenida y divertida.
Es importante destacar que, debido a su herencia de perro de trineo, los Huskies Siberianos son perros activos y necesitan ejercicio regular. Además, pueden tener una naturaleza independiente, por lo que el entrenamiento temprano y consistente es esencial para asegurar un comportamiento equilibrado.