El Mastín Inglés, también conocido simplemente como Mastiff, es una raza de perro de gran tamaño que se ha criado durante siglos para ser un perro guardián y de compañía. Tiene sus raíces en Gran Bretaña y es una de las razas más antiguas del mundo. Se cree que sus antepasados se remontan a perros de guerra utilizados por los antiguos asirios en el 2000 a.C. Los romanos los llevaron a las Islas Británicas, donde la raza se desarrolló aún más para adaptarse al clima y las necesidades locales.
Es un perro grande y robusto con una estructura muscular poderosa. Los machos pueden llegar a los 100 Kg de peso, incluso superar esta cifra. Su cabeza es grande y cuadrada con una expresión facial noble. Sus orejas son colgantes y los ojos oscuros y expresivos.
El pelaje es corto y denso y los colores típicos incluyen el leonado, el albaricoque y el atigrado.
El Mastín Inglés es conocido por su temperamento equilibrado, tranquilo y afectuoso. A pesar de su apariencia imponente, suele ser amigable y leal con su familia. Son perros protectores y buenos con los niños. Aunque son dóciles, su tamaño y fuerza requieren una socialización y entrenamiento tempranos para garantizar un comportamiento adecuado.
En resumen, el Mastiff es un perro impresionante, que combina un aspecto imponente con un temperamento amigable y leal. Su papel histórico como perro guardián se refleja en su naturaleza protectora hacia su familia.