El Rottweiler es una raza de perro que tiene sus raíces en la antigua Roma. Se cree que desciende de los perros utilizados por los romanos para conducir y proteger el ganado mientras marchaban a través de Europa. Durante su migración, estos perros se establecieron en la región alemana de Rottweil, de ahí el nombre de la raza. En Rottweil, estos perros desempeñaron un papel crucial en la conducción y la protección del ganado, así como en otras tareas relacionadas con el trabajo.
Es un perro de tamaño mediano a grande, musculoso y robusto. Su cabeza es ancha y su hocico es de longitud moderada. Los ojos son de tamaño medio y de forma almendrada, y las orejas son triangulares y caídas. La cola era tradicionalmente cortada, aunque en España la práctica del corte de cola se ha prohibido.
Su pelaje es corto y denso, con una capa externa resistente y una capa interna más suave. Los colores típicos del pelaje incluyen negro con marcas fuego en las mejillas, hocico, garganta, pecho, piernas y parte baja de la cola.
El Rottweiler es conocido por ser un perro seguro de sí mismo, valiente y de confianza. Es leal a su familia y puede ser un excelente perro de guardia y protección. A pesar de su reputación y aspecto, a menudo intimidante, los perros de esta raza bien socializados pueden ser afectuosos y juguetones. Sin embargo, es importante señalar que debido a su tamaño y fuerza, la socialización y el entrenamiento adecuados son esenciales desde una edad temprana.
En general, es este un perro apreciado por su inteligencia, fuerza y lealtad; pero es crucial que los propietarios se comprometan a proporcionarles la socialización y el entrenamiento adecuados, para garantizar que sean perros equilibrados y seguros en diversas situaciones.